jueves, 11 de junio de 2009

FERNANDO LUGO, CONDENADA COFRADÍA

FERNANDO LUGO, CONDENADA COFRADÍA

El estupro cometido por Fernando Lugo retrotrae a casos similares de abusadores chilenos, arrestados tiempo atrás.

La justicia procesó en Santiago al sacerdote José Andrés Aguirre Ovalle, de 45 años de edad, apodado "padre Tato", por siete casos de abuso sexual y estupro.

El proceso ha tenido amplia repercusión en la prensa chilena, entre otras razones porque el sacerdote fue anteriormente capellán de distintos colegios en los barrios más exclusivos de Santiago.



El Papa condenó el abuso sexual de menores.

El diario "La Tercera" reveló en su edición del viernes 18 de octubre que, hace casi ocho años, "Aguirre Ovalle tuvo un hijo con una adolescente cuando trabajaba en la capilla Nuestra Señora de Apoquindo", en el barrio alto santiaguino. El hecho, según el diario, "fue conocido al interior de la iglesia, pese a que la familia afectada nunca realizó una denuncia formal contra el cura".

Luis Arévalo, uno de los dos abogados que la iglesia católica consiguió para Aguirre, declaró a "El Mercurio" que su defendido "está bastante deprimido" y "asumiendo la gravedad de los hechos que se le están atribuyendo".

La condena del Papa

El reconocimiento indirecto de casos de pedofilia al interior de la Iglesia Católica hecho por el Papa Juan Pablo II en marzo de este año, cuando deploró a quienes "han traicionado la gracia de la ordenación", ha permitido la aparición de denuncias de situaciones que, en algunos casos, llevaban años arrastrándose.

Pero aunque la Conferencia Episcopal chilena ha condenado públicamente los casos de pedofilia, todavía, según "El Mercurio", "no ha concordado un procedimiento común para superar las diferencias de criterios que hasta ahora han imperado entre los obispos", respecto a cómo abordar estos casos.

En el Arzobispado de Santiago, la versión oficial sigue siendo la contenida en la declaración del 8 de octubre, donde, al tiempo que "expresa su absoluto rechazo por estas conductas impropias", se afirma que "el sacerdote, como persona humana, no está exento de debilidad ni de enfermedad; tampoco en estos momentos se le puede privar de sus derechos inherentes a todo ser humano".

La misma declaración, aludiendo al caso de Aguirre, recuerda que "la autoridad eclesiástica recibió la denuncia, que parecía verosímil, e inició de inmediato el proceso judicial eclesiástico pertinente, procediendo, por la vía administrativa, a suspender al sacerdote del ejercicio de sus funciones".

Desde Roma, en declaraciones hechas al vespertino "La Segunda", el Arzobispo de Santiago, cardenal Francisco Javier Errázuriz, anunció una investigación para detectar qué pasó con cartas enviadas desde colegios del barrio alto santiaguino que consignaban quejas por conductas impropias atribuidas a José Andrés Aguirre.

Más casos en Chile

Pero el caso del "padre Tato", detenido desde el 4 de octubre, no es único.

Una investigación realizada durante ocho meses por el periodista chileno Claudio Mendoza para un reportaje televisivo permitió, en 2001, descubrir otros casos de abusos sexuales contra menores en distintas regiones de Chile.

La BBC tuvo acceso a todo el material recopilado por el periodista durante sus pesquisas en Chile, Estados Unidos y el Reino Unido.

El primero en tribunales

A fines de febrero de 2001, en la localidad de Carahue, en el sur de Chile, la madre de un menor de edad denunció por abuso sexual al sacerdote franciscano Gerardo Araujo Sarabia, peruano, de 47 años, quien vivía en la parroquia local.

Como en esa región empezaba a regir la Reforma Procesal Penal impulsada por el gobierno, el caso lo tomó un fiscal, quien empezó a investigar.

"La importancia que tiene es que fue el primer caso en la historia judicial chilena de un sacerdote que enfrentaba una acusación por parte de una parroquiana, quien indicaba que su hijo pequeño había sido abusado sexualmente", señaló Claudio Mendoza a la BBC.

Finalmente, se llegó al acuerdo de suspender el proceso judicial por tres años, con la condición de que el sacerdote, alejado ya de sus votos religiosos, dejara el país.

Aunque se supone que había sido trasladado a Lima, los periodistas que después quisieron entrevistarlo le perdieron la pista. Según Mendoza, "desapareció y la verdad es que no sabemos dónde se encuentra este sacerdote".

Una noche en la cárcel

El 26 de abril de 2001 se conoció otro caso en la ciudad de Porvenir, ubicada en el extremo austral de Chile, al otro lado del Estrecho de Magallanes.

Ese día la dirección regional del Servicio Nacional de Menores, SENAME, estampó en el tribunal local una denuncia por abuso sexual en contra del sacerdote salesiano Carlos Antonio Larraín Pérez Cotapos, director del Colegio María Auxiliadora de Porvenir. Las víctimas, desde 1999, eran dos menores: un niño y una niña.

Larraín fue procesado el 27 de septiembre, decisión que fue ratificada por la Corte de Apelaciones de Punta Arenas. Estuvo una sola noche en la cárcel. En libertad bajo fianza, se trasladó después a Santiago, sin perder su condición de sacerdote.

De Chile a Italia

En Punta Arenas, capital de la región austral de Magallanes, se conoció a mediados de junio de 2001 una denuncia por abuso sexual que involucró al sacerdote salesiano Víctor Hugo Carrera. El incidente ocurrió en la capilla del Hogar del Niño de Punta Arenas y afectó a un menor de trece años de edad.

El sacerdote era secretario del obispo local. Tras reconocer el abuso y ser procesado, viajó a Italia para someterse a tratamiento psicológico. Tiene prohibido regresar a Punta Arenas en cinco años, aunque el tribunal, según versiones periodísticas, espera extraditarlo.

De Argentina a Chile

En la localidad de Negrete, en el sur de Chile, dos familias denunciaron en 2001 al párroco Enrique Valdebenito por abusar de dos menores de la zona.

El sacerdote había tenido que dejar Argentina, según publicó el diario "La Campaña" en 1997, por acusaciones similares. En Chile, el caso en su contra sigue pendiente.

Un año fuera

En noviembre de 2001, la policía de Salamanca, norte de Chile, detuvo al sacerdote José Ramón Zúñiga, de 66 años de edad, acusado de abusar de un menor de catorce años.

Un fiscal tomó el caso. El sacerdote, suspendido de sus labores pastorales, tiene prohibido regresar a la ciudad durante un año.

De Ohio a Tralcao

Este año, periodistas de televisión localizaron en Chile, en la localidad sureña de Tralcao, a 800 kilómetros de Santiago, al misionero estadounidense Daniel Mangan.

Mangan había salido de Ohio, Estados Unidos, donde enfrentó un juicio por un caso de abuso sexual ocurrido en la Cleveland Catholic High School, cargo que él rechaza. La denunciante es una ciudadana estadounidense, Beverly Schonher.

Por ahora, los medios chilenos concentran su atención en el caso del "padre Tato".

Según "El Mercurio" el caso del sacerdote Aguirre "tocó la fibra más sensible del tejido eclesial: la confianza y la fe de los feligreses en sus pastores y guías espirituales de comunidad".


ABUSADORES EN LA SACRISTÍA

El Papa condenó el abuso sexual de menores.

El diario "La Tercera" reveló en su edición del viernes 18 de octubre que, hace casi ocho años, "Aguirre Ovalle tuvo un hijo con una adolescente cuando trabajaba en la capilla Nuestra Señora de Apoquindo", en el barrio alto santiaguino. El hecho, según el diario, "fue conocido al interior de la iglesia, pese a que la familia afectada nunca realizó una denuncia formal contra el cura".

Luis Arévalo, uno de los dos abogados que la iglesia católica consiguió para Aguirre, declaró a "El Mercurio" que su defendido "está bastante deprimido" y "asumiendo la gravedad de los hechos que se le están atribuyendo".

La condena del Papa

El reconocimiento indirecto de casos de pedofilia al interior de la Iglesia Católica hecho por el Papa Juan Pablo II en marzo de este año, cuando deploró a quienes "han traicionado la gracia de la ordenación", ha permitido la aparición de denuncias de situaciones que, en algunos casos, llevaban años arrastrándose.

Pero aunque la Conferencia Episcopal chilena ha condenado públicamente los casos de pedofilia, todavía, según "El Mercurio", "no ha concordado un procedimiento común para superar las diferencias de criterios que hasta ahora han imperado entre los obispos", respecto a cómo abordar estos casos.

En el Arzobispado de Santiago, la versión oficial sigue siendo la contenida en la declaración del 8 de octubre, donde, al tiempo que "expresa su absoluto rechazo por estas conductas impropias", se afirma que "el sacerdote, como persona humana, no está exento de debilidad ni de enfermedad; tampoco en estos momentos se le puede privar de sus derechos inherentes a todo ser humano".

La misma declaración, aludiendo al caso de Aguirre, recuerda que "la autoridad eclesiástica recibió la denuncia, que parecía verosímil, e inició de inmediato el proceso judicial eclesiástico pertinente, procediendo, por la vía administrativa, a suspender al sacerdote del ejercicio de sus funciones".

Desde Roma, en declaraciones hechas al vespertino "La Segunda", el Arzobispo de Santiago, cardenal Francisco Javier Errázuriz, anunció una investigación para detectar qué pasó con cartas enviadas desde colegios del barrio alto santiaguino que consignaban quejas por conductas impropias atribuidas a José Andrés Aguirre.

Más casos en Chile

Pero el caso del "padre Tato", detenido desde el 4 de octubre, no es único.

Una investigación realizada durante ocho meses por el periodista chileno Claudio Mendoza para un reportaje televisivo permitió, en 2001, descubrir otros casos de abusos sexuales contra menores en distintas regiones de Chile.

La BBC tuvo acceso a todo el material recopilado por el periodista durante sus pesquisas en Chile, Estados Unidos y el Reino Unido.

El primero en tribunales

A fines de febrero de 2001, en la localidad de Carahue, en el sur de Chile, la madre de un menor de edad denunció por abuso sexual al sacerdote franciscano Gerardo Araujo Sarabia, peruano, de 47 años, quien vivía en la parroquia local.

Como en esa región empezaba a regir la Reforma Procesal Penal impulsada por el gobierno, el caso lo tomó un fiscal, quien empezó a investigar.

"La importancia que tiene es que fue el primer caso en la historia judicial chilena de un sacerdote que enfrentaba una acusación por parte de una parroquiana, quien indicaba que su hijo pequeño había sido abusado sexualmente", señaló Claudio Mendoza a la BBC.

Finalmente, se llegó al acuerdo de suspender el proceso judicial por tres años, con la condición de que el sacerdote, alejado ya de sus votos religiosos, dejara el país.

Aunque se supone que había sido trasladado a Lima, los periodistas que después quisieron entrevistarlo le perdieron la pista. Según Mendoza, "desapareció y la verdad es que no sabemos dónde se encuentra este sacerdote".

Una noche en la cárcel

El 26 de abril de 2001 se conoció otro caso en la ciudad de Porvenir, ubicada en el extremo austral de Chile, al otro lado del Estrecho de Magallanes.

Ese día la dirección regional del Servicio Nacional de Menores, SENAME, estampó en el tribunal local una denuncia por abuso sexual en contra del sacerdote salesiano Carlos Antonio Larraín Pérez Cotapos, director del Colegio María Auxiliadora de Porvenir. Las víctimas, desde 1999, eran dos menores: un niño y una niña.

Larraín fue procesado el 27 de septiembre, decisión que fue ratificada por la Corte de Apelaciones de Punta Arenas. Estuvo una sola noche en la cárcel. En libertad bajo fianza, se trasladó después a Santiago, sin perder su condición de sacerdote.

De Chile a Italia

En Punta Arenas, capital de la región austral de Magallanes, se conoció a mediados de junio de 2001 una denuncia por abuso sexual que involucró al sacerdote salesiano Víctor Hugo Carrera. El incidente ocurrió en la capilla del Hogar del Niño de Punta Arenas y afectó a un menor de trece años de edad.

El sacerdote era secretario del obispo local. Tras reconocer el abuso y ser procesado, viajó a Italia para someterse a tratamiento psicológico. Tiene prohibido regresar a Punta Arenas en cinco años, aunque el tribunal, según versiones periodísticas, espera extraditarlo.

De Argentina a Chile

En la localidad de Negrete, en el sur de Chile, dos familias denunciaron en 2001 al párroco Enrique Valdebenito por abusar de dos menores de la zona.

El sacerdote había tenido que dejar Argentina, según publicó el diario "La Campaña" en 1997, por acusaciones similares. En Chile, el caso en su contra sigue pendiente.

Un año fuera

En noviembre de 2001, la policía de Salamanca, norte de Chile, detuvo al sacerdote José Ramón Zúñiga, de 66 años de edad, acusado de abusar de un menor de catorce años.

Un fiscal tomó el caso. El sacerdote, suspendido de sus labores pastorales, tiene prohibido regresar a la ciudad durante un año.

De Ohio a Tralcao

Este año, periodistas de televisión localizaron en Chile, en la localidad sureña de Tralcao, a 800 kilómetros de Santiago, al misionero estadounidense Daniel Mangan.

Mangan había salido de Ohio, Estados Unidos, donde enfrentó un juicio por un caso de abuso sexual ocurrido en la Cleveland Catholic High School, cargo que él rechaza. La denunciante es una ciudadana estadounidense, Beverly Schonher.

Por ahora, los medios chilenos concentran su atención en el caso del "padre Tato".

Según "El Mercurio" el caso del sacerdote Aguirre "tocó la fibra más sensible del tejido eclesial: la confianza y la fe de los feligreses en sus pastores y guías espirituales de comunidad".

CONDENADO EN EL PARLAMENTO

Sesión de la Cámara Baja se llenó de duros cuestionamientos al Presidente y pederasta confeso Fernando Lugo, y la cámara de Diputados aprobó declaraciones en repudio a la actitud del clérigo-presidente.


Una de las decisiones tomadas por los diputados fue la declaración de repudio a la vulneración de los derechos de los niños, “ocurrida como consecuencia de la irresponsabilidad del presidente Fernando Lugo, ante su múltiple paternidad”, presentado por la diputada Olga López, en representación del Frente Parlamentario por los Derechos de la Niñez y la Adolescencia. Ver:

http://www.lanacion.com.py/noticias-242154.htm

La legisladora argumentó que Lugo abandonó a sus supuestos hijos, ignorando las leyes nacionales, así como tratados y convenios internacionales relacionados a los derechos de los infantes. Alegó que el Presidente dejó a su suerte “al fruto de sus delirios sexuales, cubriendo su inmoral conducta con la sotana sagrada”.

EL ESTUPRO Y LA ACTITUD DE LIZ TORRES

El estupro cometido por el obispo Fernando Lugo no sólo deja mal parado al obispo, también ridiculiza al máximo a la secretaria Liz Torres.

La "Ministra de la NIñez y la Adolescencia" es tal vez la más descolocada en un gabinete de desubicados, entre los cuales tampoco puede olvidarse a la secretaria feminista al servicio de un obispo católico y depravado, Gloria Rubín.

Pero nuestra ministra de la NIñez y la adolescencia también tiene otras historias.

LA MINISTRA LIZ TORRES Y LA MAFIA DE LAS ONGs

La mafia de las ONGs ha cobrado verdadero auge en Paraguay con el ascenso al poder del obispo Fernando Lugo, cuyo gabinete en su mayoría está integrado por personajes involucrados con estas verdaderas asociaciones delictivas para malversar fondos.

Apenas asumir su cargo en la Secretaría de la Niñez y la Adolescencia (SNNA), la ministra Liz Torres hizo su mayor desembolso a una ONG especializada en salud mental, pero con destino real a la Comisión de Huérfanos del Ycuá Bolaños.

http://www.abc.com.py/2009-01-25/articulos/490086/denuncian-mal-uso-de-fondos-publicos-para-los-huerfanos-del-ycua-bolanos

Según la denuncia de la periodista Mabel Renhfeldt, parte del dinero desembolsado por la SNNA se estaría usando también en el pago de salarios retroactivos para la coordinadora de la Comisión de Huérfanos, Carmen Rivarola.

En Paraguay, han cobrado fama las ONGs por sus manejos oscuros, y por sus malversaciones, además de por constituirse en mampara de grupos que se disfrazan de partidos políticos para lucrar desde la administración pública. LAW

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