La "lucha por la soberanía energética" de algunos personajes del entorno del obispo Fernando Lugo, como Ricardo Canese, tiene mucho en común con el concepto de soberanía que para los países del Tercer Mundo, posee su benefactor George W. Bush
La "lucha por la soberanía energética" de algunos personajes del entorno del obispo Fernando Lugo, como Ricardo Canese, tiene mucho en común con el concepto de soberanía que para los países del Tercer Mundo, posee su benefactor George W. Bush.
Para comprender la similitud, debemos mencionar que Estados Unidos envió como embajador a Irak a John Negroponte, puesto al frente de la más grande embajada y la más grande estación de la CIA del mundo, con la finalidad de "transferir la soberanía a los iraquíes".
Negroponte reemplazó en sus funciones a Paul Bremer, un ex empleado del Pentágono calificado por Lakhdar Brahimi como "el dictador de Irak".
Estados Unidos impuso en Irak un Consejo de Ministros por medio de asesores estadounidenses y "amigos escogidos a dedo", luego de que Bremer impulsara "instituciones que le otorgan a Estados Unidos un enorme poder de influencia en todas la decisiones del gobierno", así como "edictos que en los hechos eliminarán las facultades de varios ministerios".
De aquí que gracias a la "soberanía" otorgada por Bush y Blair, "el nuevo gobierno iraquí tendrá un poder limitado sobre sus fuerzas armadas, estará inhabilitado para proponer o cambiar leyes a menos que goce de la aprobación tácita de EEUU". Y, lo que es más importante, cederá el "control operacional" de todo el ejército iraquí a los comandantes estadounidenses.
EN PARAGUAY
En Paraguay, los diarios hoy nos hablan de un nuevo fracaso de Ricardo Canese, el héroe paraguayo de la soberanía energética. Ver:
http://www.abc.com.py/2008-12-13/articulos/478274/negociaciones-sobre-itaipu-llegaron-a-un-punto-muerto-afirmo-alegre
Según Canese, su prensa y su público, bastaría que un "patriota" inteligente como él se ponga al frente de las negociaciones para convencer a los colosos de Itamaratí y el Planalto de que deberían dar el brazo a torcer en un tema de primerísima importancia para Brasil, como la represa hidroeléctrica de Itaipú.
Ya vemos qué mucha razón que tenían, con la seguidilla de fracasos en las supuestas "negociaciiones".
Aunque Canese se presenta como el campeón del hidronacionalismo ante la opinión pública, en realidad tiene un fuerte apoyo de la estación de la CIA en Paraguay, ubicada en la esquina de Mariscal López y Kubistchek.
En realidad, todo el gobierno paraguayo, al igual que el de Irak, está bajo el control de la embajada norteamericana más grande y poderosa de Sudamérica, desde donde se coordinó la misma desestabilización de Salvador Allende: la fortaleza levantada por el imperio, inaugurada por Richard Nixon, en Asunción, Paraguay.
Uno de los proyectos de control es el Plan Umbral, que se está profundizando, y que incluso obliga a las autoridades paraguayas a someterse a detectores de mentiras.
La totalidad los integrantes del gabinete del obispo Fernando Lugo provienen del sector de las ONGs financiadas por la embajada norteamericana. Se cuentan entre ellos a Gloria Rubín (referente en Paraguay del NED y la CIA), Camilo Soares (beneficiario de fondos de IAF y NED, favorecido del gobierno de George W. Bush) Rafael Filizzola (signatario de acuerdos con Alvaro Uribe a instancias de la ex operadora del plan Colombia Liliana Ayalde), Karina Rodríguez (de la Casa de la Juventud, que recibió 127 mil dólares de la Inter American Foundation), Liz Torres (referente de las logias de ONGs dependientes de la embajada norteamericana), Esperanza Martínez (del movimiento Tekojojá, financiado por USAID, hoy envuelto en escándalo por corrupción), Canciller Hamed Franco (del Pmas, un movimiento financiado por James Cason), el Vice-canciller Jorge Lara Castro (recibe dólares de la embajada a través de la ONG fantasma Alter Vida), Ministro de Defensa General Bareiro Spaini (hombre de la embajada norteamericana, educado en las escuelas de golpistas de Estados Unidos) o el ministro de Hacienda Dionisio Borda, antiguo responsable de las finanzas de los gobiernos corruptos y agente de la embajada norteamericana y del FMI.
¿PARA QUIÉN TRABAJA RICARDO CANESE?
Los dueños de la opinión pública en Paraguay lograron construir en torno a algunos de sus favorecidos una falsa imagen de héroes populares, que vale aquí desmenuzar, para comprender las motivaciones de algunos personeros de la mafia como los que actualmente "negocian" con "firmeza" cuestiones de Itaipú mientras su líder sigue volando en un avión con bandera brasileña, como el que lo llevó a Colombia, o cierran los ojos ante la invasión territorial brasileña desde sus redacciones aceitadas por la Secta Moon. Ya días antes había viajado para "golpear la mesa" en Brasilia en un avión facilitado por Lula, también con bandera brasileña.
Ver:
http://www.abc.com.py/2008-09-30/articulos/455517/presidente-viajo-de-nuevo-en-un-avion-brasileno
Decía Alexander Pope que quien dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera. A nadie mejor el sayo que a Ricardo Canese, quien prometió que el clérigo presidente Fernando Lugo lucharía por la soberanía energética al acceder al poder en Paraguay.
Lejos de tal promesa, sus primeras señales en materia hidroeléctrica fueron nombrar con principescos salarios a sus parientes en las entidades binacionales como Yacyreta.
Quienes no se encuentran contaminados por las falacias de ABC color en Paraguay, saben que Ricardo Canese es en realidad un triste periodista a sueldo del maccartismo, que con sus sandeces a dos céntimos la línea apenas busca complacer a su amo Aldo Zucolillo, además de ser confeso propagandista de los biocombustibles de George W. Bush.
Toda su retórica hidronacionalista, un burdo empeño de insuflar bríos a las retrógadas campañas de su patrón Zucolillo (jerarca de la SIP y beneficiario de USAID y la National Endowmnent for Democracy) contra la integración regional, ha quedado ridiculizada por la realpolitik y la praxis del mesías del Paraguay, el clérigo-presidente llegado al poder en ancas de la ignorancia y atraso de un país donde el catolicismo arraigó tanto con cinco siglos de látigo como para que evocar su simbología haga invulnerable e inflamable hasta a quienes se rodean de los más conspicuos personeros de la corrupción.
Aunque me considero un simple profano en el tema de la energía eléctrica, quisiera presentar algunos números, fechas y cuestionamientos a los que es tan afecto nuestro héroe Ricardo Canese cuando se trata de intentar socavar la imagen del MERCOSUR ante la opinión pública paraguaya, en beneficio de los intereses imperiales que todos sabemos que defiende.
En primer lugar, ¿Cuántos voltios se necesitan para provocar un cortocircuito que desencadene un incendio en la Ferretería Nueva Americana? Pues a pesar del poco conocimiento en tales asuntos en comparación con Canese, puedo asegurarle que la cifra exacta son 850.000 dólares de deuda tributaria. El incendio de comercios, según las malas lenguas, era la recurrente vía con que su jefe Aldo Zucolillo evitaba pagar con recursos torcidos un “precio justo” por sus negocios al Estado Paraguayo, como puede verificarse revisando la resolución nº 54 del 6 de marzo de 1972, y las 327 y 328 del 26 de julio de 1991. El acta de la intervención de los inspectores de Hacienda estaba fechada el 1 de julio de 1991, y tres días más tarde la firma del jefe de Canese solicitó el fraccionamiento de su deuda.
Desafortunadamente, el Ing. Ricardo Canese no estaba a cargo de asesorar con su sapiencia a los responsables de las instalaciones eléctricas del comercio, y en diciembre de ese mismo año las llamas del averno consumieron a la Ferretería.
Segundo, ¿Cuántos wattios de potencia aplicaba en su descarga la picana eléctrica que utilizaba su compañero de redacción Alcibíades González Delvalle, en tiempos en que trabajaba como policía de Edgar L. Ynsfrán? ¿Retribuye un precio justo a la sociedad paraguaya el lucro antisocial de los puertos privados de PAKSA, de donde proviene parte del dinero que financió su activismo político?
¿Cuántos niños desnudos y hambrientos podrían comer tres veces al día si se formalizaran algunos privilegios como ése? ¿Qué precio se pagaba por aparecer en los álbumes estronistas de Monte Domecq, otro de sus mecenas del movimiento Tekojoja? ¿Qué marca de fósforo usó Nerón para incendiar Roma?
Que la dignidad necesaria para reclamar en temas como la soberanía nacional no es una de las virtudes que adornan a Canese y a sus cofrades de Tekojoja se comprueba conociendo que en dicho grupo, financiado en buena parte por USAID, militan ex miembros de la organización revolucionaria de los años 70’ OPM que para trepar políticamente inclinaron el espinazo ante sus propios verdugos. En sus tiempos de “revolucionarios” José Luis Simón, María Jesús Caballero, la izquierdista arrepentida Guillermina Kanonikoff, etc, eran presentados como peligrosos terroristas con sus fotos en tapa de ABC (como buscados al estilo del Far West), azuzando a los grupos de tareas del temible jefe de la policía política de Stroessner, Pastor Coronel.
Tres décadas después vimos el apasionado entusiasmo con que su delator de otrora, Aldo Zucolillo, promovió políticamente a sus perseguidos de antaño desde el mismo diario donde los señalaban como bestias a cazar por sus represores, y las antiguas víctimas retribuyeron con su servilismo a las falaces campañas del tenebroso zar de la prensa.
Difícilmente tengan el coraje de reclamar al Brasil por injusticias cometidas contra el Paraguay quienes carecen del coraje para encarar a su propio líder el clérigo-presidente, ante quien adoptan posición de plegaria mahometana y guardan silencio como si se tratase de un Dios, facilitando los despropósitos de su gobierno.
El resultado es lo que tenemos hoy en Paraguay, defensa de la soberanía energética con nepotismo, entreguismo para los empresarios coreanos de la Secta Moon y la imposición por la fuerza de una nueva ideología: el oscurantismo del siglo XXI.
LA MAFIA PARA LA CUAL TRABAJA RICARDO CANESE
Ricardo Canese es conocido en Paraguay como un obsecuente empleado del clan mafioso Zucolillo-Pappalardo, el cual no ve la hora de que se subasten las empresas estatales como Petropar para meter meno en los negociados, y también se encuentra firme en el actual elenco merced al respaldo que dio a través del diario ABC color, vinculado a la Secta Moon.
Zucolillo fue también, además de beneficiario de la dictadura anticomunista de Stroessner, un gran agraciado de Wasmosy, ya que le concedió la licencia para operar telefonía móvil celular. Así nació Personal S.A. de Telecom Argentina (de Emilio Massera y Asociados), Telecom Personal y ABC telecomunicaciones consorciadas en Nucleo S.A., que lazó el servicio en Asunción y alrededores en octubre de 1997, la cual compitió con TELECEL de Lino Oviedo.
Por intermediación de Pappalardo, Zucolillo arribó a un acuerdo con Oviedo para apoyarlo publicitariamente. Esto llevó a colisionar contra la pretensión de Wasmosy de tener encerrado 10 años seguidos al ex general, su novel enemigo a quien estaba tratando de destruir mediante recursos judiciales amañados.
Conrado Pappalardo es conocido como operador del Plan Cóndor, partícipe de la conjura para asesinar en Washington a Orlando Letelier.
GUERRAS DE MAFIAS
En varias oportunidades Wasmosy y Zucolillo-Pappalardo se vieron envueltos en guerras de mafias, como por las empresas vinculadas al Banco Unión, específicamente SKYTEL (radiomensajes), BEPSA , Central de Construcciones SRL y Unión paraguaya financiera, todas ellas bajo anterior control accionario de Tito Scavone, José Aguilera y Pedro Aguilera.
En medio de la pugna, muchos accionistas y trabajadores quedaron en la calle mientras saciaban su codicia los capos-mafiosos.
LA SECTA MOON
Zucolillo también es un referente en Paraguay de la Secta Moon, que operaba en Paraguay y Uruguay a través del grupo Velox, presidido por el uruguayo Juan Peirano, cuyas empresas asociadas eran Banco Alemán, Fondos Mutuos Banalemán, Financiera Parapití SAECA, Garantía SA (con Citibank), supermercados Stock y Shopping del Sol.
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