Fernando Lugo, presidente de Paraguay, parece no tener un momento de sosiego. La semana pasada un grupo de sacerdotes le envió una carta en la que lo acusan de "infidelidad a la palabra empeñada, irresponsabilidad, incomprensión del significado de familia y paternidad, así como oportunismo político".
La misiva aclara que "en la Iglesia Católica nadie es obligado a hacer un voto de castidad ni una promesa de celibato. Ambos apuntan a lo mismo: los consagrados renunciamos a la paternidad biológica, para que nuestra paternidad, al servicio del Reino de Dios, sea más fecunda".
La relevancia del abandono a una mujere embarazada no es la que los seguidores del obispo pretende adjudicarle, minimizando el caso de su líder.
La "Redmadre", una iniciativa en la Comunitat Valenciana en España, ha recogido más de 50,000 firmas para presionar a las Cortes Valencianas a que se discuta y apruebe un subsidio económico a las mujeres embarazadas. "En una sociedad desarrollada ninguna mujer debería quedar en situación de desamparo social sólo por estar embarazada y verse abocada por ello a pensar en abortar", dice un despacho de prensa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario