Noticias procedentes de Centroamérica indican que el movimiento de la disidencia sandinista de Nicaragua decidió respaldar al empresario derechista Fabio Gadea para liderar una alianza opositora e impedir la reelección del mandatario Daniel Ortega en 2011.
"Lo que pretendemos es derrotar al orteguismo, ya que es el único obstáculo para que tengamos paz duradera, democracia, justicia social y prosperidad económica" en Nicaragua, dijo a la prensa el presidente del Movimiento de Renovación Sandinista (MRS, centroizquierda), Enrique Sáenz.
El MRS fue formado a mediados de los años 90 por disidentes del Frente Sandinista (FSLN, izquierda) descontentos con Ortega, quien dirige el partido desde hace tres décadas.
El MRS resolvió respaldar a Gadea -un empresario radial liberal- porque cree que "es el mejor candidato en este momento" para enfrentar a Ortega, quien aspira a un nuevo mandato sucesivo, amparado en un cuestionado fallo judicial que derogó los obstáculos constitucionales que le impedían postularse.
La misma estrategia “pragmática” había adoptado el abigarrado conglomerado de oportunistas que rodea al cura Fernando Lugo, presidente paraguayo por la gracia de Dios, durante las elecciones de intendente municipal de la ciudad de Asunción.
Tal para cual
El diputado nicaragüense Eliseo Núñez padre, acusó a Gadea de beneficiarse ilegamente del poder en tiempos cuando su consuegro, el propietario de la emblemática finca "La Chinampa", Arnoldo Alemán, era presidente del país.
Núñez Hernández, acusó a Gadea de haber obtenido réditos para la construcción de un camino y electrificación de la finca El Galope.
La disidencia sandinista tiene, al parecer, mucho en común con el escandaloso cura llegado al gobierno en Paraguay de la mano del oportunismo político, el oscurantismo, la misoginia y la tradición autoritaria.
Para disimular que no tienen un voto partido por la mitad, y para intentar formar en las filas de los ganadores, el cura con hijos Fernando Lugo y sus secuaces también apostaron a la ultraderecha en las elecciones municipales, en las que aún así fueron derrotados sin atenuantes. Buscando aparecer, aunque sólo sea como furgón de cola, en el bando de los vencedores después de las elecciones municipales el cura presidente y los suyos optaron por respaldar la candidatura de un conspicuo referente del empresariado enriquecido a la sombra de Stroessner, vinculado a través del CIRD (una especie de corporación de ONG derechistas subsidiadas por la embajada norteamericana) al tesoro de USAID y a la prensa que aboga por los intereses norteamericanos en este país.
Durante la campaña proselitista paraguaya, también se publicó que el candidato de Lugo era, desde 1970, proveedor de billetes del Banco Central del Paraguay, pasaportes y automotores, además de haber sido asociado del temible torturador Brítez Borges y socio de los Mersán en Espigal S.A., una estafa a IPS y BNF por valor de 7,2 millones de dólares. También como senador, el aliado de Lugo había logrado ser adjudicado por Itaipú, a través de su empresa Auto Rent, un contrado de renta de vehículos por 10 millones de dólares.
Vale decir, un sinceramiento de lo que representó la candidatura de Lugo, a la cual la prensa que responde a la embajada norteamericana maquilló como “bolivariana”: un candidato fascistoide sin fantochadas ni mascaradas.
Los moralizadores de Daniel Ortega
Cuando el cura Fernando Lugo debía asumir el cargo, conspicuos referentes del gobierno arzobispal del cura Fernando Lugo sufrieron un arranque de moralismo y organizaron un repudio a Daniel Ortega, quien debía asistir a la toma de posesión.
Luego se supo que tales moralistas en realidad tenían otras motivaciones, como se desmostró cuando se desataron los escándalos de su jefe el cura con hijos. Una de ellas, Gloria Rubin, en realidad organizó los ataques a Ortega en retribución a las gentilezas recibidas del National Endowment for Democracy, en la forma de billetes de color verde.
Otra de las activistas anti-sandinistas era la médica y diputada Desirée Masi, antichavista recalcitrante que hoy encabeza una campaña para no reconocer matrícula a los médicos paraguayos que egresan en Cuba. Las malas lenguas del Parlamento la acusan de ser la “diputada perejil”, por el precio exorbitante que pagaba por dicha hortaliza en sus tiempos de directora del Hospital de Clínicas, además de controlar hoy los negociados de Aduanas, Ministerio de Salud y compras de la Policía por intermedio de su marido, el ministro del Interior Rafael Filizzola. Este último, por su parte, hoy amasa la pasta en el tráfico de armas, en sociedad con varios herederos colombianos de Alvaro Uribe.
El progresista teólogo de la liberación
Para hacerse una idea real de los kilates del “progresismo” del cura Fernando Lugo, a quien suelen relacionar con Ortega, basta con escuchar a las denuncias de los trabajadores.
El gobierno del cura Fernando Lugo ha violado mucho más las libertades sindicales que los gobiernos colorados de la era democrática que le precedieron, denuncian dos centrales obreras de Paraguay.
"El despido masivo de los trabajadores sindicalizados de FRIGOMERC y FRIASA" dicen los sindicalistas, "es un episodio de la triste realidad de los trabajadores paraguayos, que siguen siendo reprimidos como en la época de la DICTADURA DE ALFREDO STROESSNER, cuando se utilizaba como ahora, la fuerza represiva de la policía, la actuación del poder judicial al servicio de los poderosos y la indiferencia de las autoridades" afirma un comunicado de la Central Nacional de Trabajadores (CNT) y la Central Unitaria de Trabajadores(CUT).
El presidente de la CUT, Jorge Alvarenga, el secretario general de la CNT, Miguel Zayas, y Luciano Baez, Secretario del Sindicato de Trabajadores del Frigorífico FRIASA S.A., han resuelto iniciar una huelga de hambre frente a la sede del ministerio de Justicia y Trabajo.
Esta lucha se libra en medio de aumentos en el precio del combustible, de la tarifa de transporte público y una escalada inflacionaria de precios.
Otra fuente para conocer la catadura del progresismo luguista, es el comunicado de la Confederación de sindicatos que sigue:
CCT rechaza aumento de pasaja recomendado por Setema
La Confederación de la Clase Trabajadora (CCT), expresa su más firme repudio al nuevo aumento del precio del pasaje del transporte público de pasajeros, recomendado por la Setama y exigimos al presidente Fernando Lugo que rechace esta pretensión empresarial.
La exigencia de los empresarios transportistas representa un feroz ataque a la deteriorada economía de las trabajadoras y los trabajadores que tendrán que destinar más de 15 por ciento de sus ingresos al pago de pasajes, sólo para ir a sus lugares de trabajo.
La situación económica de los trabajadores y el pueblo paraguayo esta cada vez peor porque el valor de los salarios y de los ingresos de los sectores populares se pierde día tras día y la calidad de vida se deteriora hasta el punto de que casi tres millones de compatriotas viven en la pobreza y 1,2 millones sobrevive en la miseria.
Sostenemos que el Estado debe garantizar un transporte público eficiente y económicamente accesible para el pueblo y no permitir que siga siendo un negocio al servicio de un sector empresarial que se enriquece cada día más a costa de un servicio pésimo y caro para la ciudadanía y de la sobreexplotación a los trabajadores del transporte, los choferes.
Tanto el pasaje como el gasoil, así como los demás productos de carácter estratégico que afectan el comportamiento de los precios de la canasta familiar, deben ser controlados y de ser necesario subvencionados por el Estado.
Desde la CCT, exigimos al presidente Lugo que rechace este nuevo ataque al sufrido pueblo paraguayo y que impulse de una buena vez, las necesarias medidas como la aplicación del IRP y el impuesto a la exportación de la soja y de la carne, medidas orientadas a soluciones de los problemas sociales estructurales entre los que se encuentra un transporte público eficiente y accesible, garantizado por el Estado.
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