sábado, 9 de mayo de 2009

FERNANDO LUGO: HIJOS DE CURA

Hijos de cura

Vie, 08/05/2009 - 00:25
Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe
http://www.larepublica.pe/claro-y-directo/08/05/2009/hijos-de-cura

El alejamiento de la gente de la iglesia católica.

El (¿ex?) sacerdote Alberto Cutié era jefe de la parroquia de San Francisco de Sales, en Miami, y conductor de un exitoso talk show sobre religión hasta que la revista TV Notas difundió 25 fotografías suyas apapachándose con una guapa mujer en la terraza de un bar, cargándola a caballito, y besándola y tocándola con pasión desbordada en una playa pública.

Algunos condenan al padre Alberto –una celebridad televisiva en la región–, pero la reacción de otros es de comprensión y hasta de simpatía porque el celibato impuesto a los sacerdotes lo interpretan como un sinsentido y como una satanización del sexo y hasta del matrimonio. Asimismo, como una expresión más de lo alejada de la gente –incluyendo de su propia feligresía– que va quedando la iglesia católica.

Esther Vargas citó hace poco a Richard Sipe, de la Universidad John Hopkins y autor de ‘Un mundo secreto: sexualidad y la búsqueda del celibato’, quien sostiene que solo 30% de los curas cumple el voto de castidad y cien mil han colgado la sotana por el amor de una mujer (o, quizá, de un hombre).

Lo del padre Alberto es otro hecho que alerta de que algo no anda bien en la iglesia católica. También está, por ejemplo, el ‘padre nuestro’ que prolifera en Paraguay por los crecientes reclamos al presidente Fernando Lugo. Los hijos fuera del matrimonio ya es un lugar común en las presidencias latinoamericanas, incluyendo los tres últimos jefes de Estado peruanos: Valentín Paniagua, Alejandro Toledo y Alan García. Pero el caso de Lugo es más sonado porque procreó varios hijos mientras usaba sotana y ejercía el sacerdocio.

Ahora bien, Lugo incumplió la disposición del celibato pero, eso sí, fue muy disciplinado en obedecer la recomendación de no usar condón que acaba de reiterar Benedicto XVI en África, un anuncio lamentable que mereció protestas de diversos lados pues se trata de la región del mundo en donde el VIH-Sida avanza con mayor rapidez y mata a más personas.

Actitudes como esas fortalecen el alejamiento de la gente de la iglesia católica, al igual que el gran número de casos de paidofilia heterosexual y homosexual. La posición sobre el aborto también es un asunto altamente controversial.

Por ello, las iglesias católicas están cada día más vacías pues solo una fracción pequeña de la feligresía vive realmente su religión, mientras otros credos –como el evangelista– ganan participación en la población.

Su problema no es solo de marketing –¿de qué religión son los que tocan las puertas de las casas? Católicos, no son–, sino que, al paso que va, la iglesia católica corre el riesgo de convertirse en una institución anacrónica y cada vez más alejada de la realidad y de la gente.

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