OBISPO DE LOS POBRES Y SALARIOS DE HAMBRE

LUIS AGÜERO WAGNER- El supuesto gobierno izquierdista del obispo Fernando Lugo, dominado por neoliberales, se niega a incrementar los salarios de trabajadores y anuncia despidos masivos de estatales.

"Rodarán cabezas de estatales" anuncia el diario luguista ABC color, vocero de la campaña proselitista del obispo, que hoy se encarga de encubrir la corrupción reinante en el gobierno.

http://www.abc.com.py/2009-03-11/articulos/502889/rodaran-cabezas-en-estatales

Por su parte los asesores en materia económica del gobierno, en su mayoría neoliberales partidarios de la explotación humana, recomendaron no incrementar los salarios.

"Equipo Económico Nacional considera inoportuno, en esta coyuntura, un ajuste del salario mínimo solicitado por las centrales sindicales" informa el mismo medio de una decisión que estaba cantada.

http://www.abc.com.py/2009-03-11/articulos/502840/recomiendan-postergar-ajuste-del-salario-minimo

La principal voz en materia económica del gobierno es el ministro de Hacienda Dionisio Borda, conocido agente del FMI y de la embajada norteamericana.

"Mientras el ministro Dionisio Borda pide comprensión a los sindicalistas, éstos ya anuncian movilizaciones y en abril decidirán una huelga de 48 horas" informa el diario La Nación.

http://www.lanacion.com.py/noticias-234432.htm

Dionisio Borda ya fue ministro de Hacienda durante los gobiernos anteriores, y su gestión se caracterizó por la imposición de impuestazos y por abyección absoluta a las políticas del BM y el FMI.

En el gobierno del obispo Fernando Lugo también se encuentran ocupando ministerios empresarios que se jactan de haber comprado con dinero su posición, como el ministro de Industria Martín Heisecke. LAW
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NOTA: Las recesiones en varios países latinoamericanos a fines de la década del noventa y crisis financieras como la de Argentina a finales de 2001, son presentadas como pruebas del fracaso de las "recetas" del Fondo Monetario Internacional, por cuanto esos países determinaron su política económica bajo las recomendaciones del organismo.

Dionisio Borda impulsó en Paraguay todas las medidas criticadas al FMI, tales como:

Saneamiento del presupuesto público a expensas del gasto social. El FMI apunta que el Estado no debe otorgar subsidios o asumir gastos de grupos que pueden pagar por sus prestaciones, aunque en la práctica esto ha resultado en la disminución de servicios sociales a los sectores que no están en condiciones de pagarlos.
Generación de superávit fiscal primario suficiente para cubrir los compromisos de deuda externa.
Eliminación de subsidios, tanto en la actividad productiva como en los servicios sociales, junto con la reducción de los aranceles.
Reestructuración del sistema impositivo. Con el fin de incrementar la recaudación fiscal, ha impulsado generalmente la implantación de impuestos regresivos de fácil percepción (como el Impuesto al Valor Agregado)
Eliminación de barreras cambiarias. El FMI en este punto es partidario de la libre flotación de las divisas y de un mercado abierto.
Implementación de una estructura de libre mercado en prácticamente todos los sectores de bienes y servicios, sin intervención del Estado, que sólo debe asumir un rol regulador cuando se requiera.
El concepto de servicios, en la interpretación del FMI, se extiende hasta comprender áreas que tradicionalmente se interpretan como estructuras de aseguramiento de derechos fundamentales, como la educación, la salud o la previsión social.
Políticas de flexibilidad laboral, entendido como la desregulación del mercado de trabajo.