(Luis Agüero Wagner, Asunción)
Advertía Gilbert K. Chesterton, en El candor del Padre Brown, que es inútil para el hombre leer su propia Biblia si no lee al mismo tiempo la Biblia de los demás, un consejo que en ninguna parte del mundo podría llegar a ser tan útil como en Paraguay.
En noviembre de 1994 la administración municipal del dirigente de la izquierda que promueve en Paraguay al obispo Fernando Lugo, Carlos Filizzola Pallarés, editó el refulgente libro “Hacia una cultura para la Democracia en Paraguay”, compuesto por un compilado de capítulos elaborados por los infalibles superdotados de la cultura local, que contiene un imperdible capítulo de autobombo redactado por Gloria Rubín, titulado “Transgresores, conquistadores y constructores de una sociedad”. Debemos necesariamente acotar al margen que luego de engrosar tanto la planilla de empleados municipales con sus amigos, al parecer al intendente no le alcanzó el presupuesto comunal para pagar la imprenta, debiendo recurrirse a la “cooperación” del Latin American Studies Center de la University of Maryland, entre otras célebres entidades filantrópicas del hemisferio norte. En agradecimiento, la administración izquierdista del citado referente político se dedicó a promover en el mundillo artístico paraguayo las pautas culturales de la Fundación Rockefeller.
La “cooperación” de la ultraderecha de Washington es tan frecuente en Paraguay que incluso el peculiar izquierdismo está regado por dólares de la embajada norteamericana, entre otros el movimiento Popular Tekojoja cuyos líderes son los testaferros en Paraguay de USAID. Otros de los que hoy son más insistentemente presentados como los más importantes referentes de la izquierda revolucionaria paraguaya surgieron en la historiosa “Casa de la Juventud”. Curiosamente, quienes más insisten en promocionarlos y concederles credenciales izquierdistas son los periodistas del diario ultraderechista ABC color, financiado por la National Endowment for Democracy. La sinuosa trayectoria de este grupo, sin embargo, se ha divulgado tanto en Paraguay que incluso importantes referentes del oficialismo se han burlado de ellos por sus compromisos con el imperialismo a través de los medios de comunicación.
En el 2004 la susodicha “Casa de la Juventud” recibió 127.000 dólares de la Inter American Foundation (IAF), por dos años, supuestamente para "proporcionar apoyo institucional, educativo y técnico a organizaciones para jóvenes. La donación de la IAF teóricamente apoyaría la participación de los jóvenes en audiencias públicas, fortalecería sus destrezas para la búsqueda del consenso y financiaría el diseño de campañas públicas de información y otorgamiento de pequeñas donaciones a jóvenes paraguayos de aproximadamente 10 localidades. "La Casa" supuestamente beneficiaría a cerca de 4.200 jóvenes de vecindarios de bajos ingresos.
Sin embargo, súbitamente, sus referentes principales -Rocío Casco y Karina Rodríguez.- en lugar de atender esos asuntos, se zambulleron en el proselitismo municipal y realizaron una ruidosa campaña con costosos afiches y onerosos avisos publicitarios en la Televisión local, logrando hacerse de un curul en la Junta Municipal de Asunción, luego de las elecciones de Noviembre de 2006.
Para conocer mejor el origen del dinero invertido en la promoción política de estos grandes enemigos del imperialismo, viene al caso aclarar que la Fundación Interamericana (IAF-The Inter-American Foundation) es una agencia de cooperación internacional del Gobierno de los Estados Unidos, fundada en 1969, que en teoría apoya proyectos de desarrollo creativos, sustentables y participativos propuestos por grupos de iniciativas de ciudadanos en América Latina y el Caribe. La Fundación Interamericana está gobernada por un Consejo Directivo integrado por nueve miembros designados por el Presidente de EEUU (hoy el vilipendiado George W. Bush) y ratificados por el Senado de los EEUU (hasta hace poco controlado por halcones republicanos partidarios de las leyes antiterroristas, las masacres de Irak y Afganistán, los bloqueos a Cuba, etc.). El mismo origen tienen, conviene decirlo, los dólares que bancaron a los bien remunerados disidentes que “lucharon contra Stroessner” con “profunda convicción” en los últimos meses de dicho gobierno, luego de haber permanecido por más de tres décadas en posición de la más abyecta sumisión a “mi general”.
Dirigentes del grupo “izquierdista, revolucionario y anti-imperialista” conocido como Partido Movimiento al Socialismo, como Camilo Soares y Richard Ferreira, habían asistido a la Segunda Asamblea del Movimiento Mundial por la Democracia, organizada por la “filantrópica” entidad norteamericana National Endowment for Democracy (enemiga declarada de los gobiernos izquierdistas-revolucionarios del sub continente y financista de la propaganda imperialista) , y realizada en la ciudad de São Paulo, Brasil, en noviembre del año 2000. Nuestros grandes enemigos del imperialismo también recibieron importantes sumas durante el año 2007 del Plan Umbral, un supuesto plan para combatir la corrupción que en realidad promueve la penetración imperialista y el afianzamiento del modelo neoliberal en Paraguay.
La facilidad con que aceptan dólares procedentes de Washington estos grandes revolucionarios de nuestra izquierda lunática, que constantemente se llenan la boca condenando al imperialismo y al capitalismo salvaje mientras vivan a las revoluciones cubana y bolivariana, no constituyen precisamente una prédica que aliente con mucha fuerza la actitud de dignidad y consecuencia opositora que reclaman a los demás actores políticos. No pueden pedir gran cosa de la derecha, obviamente, unos admiradores del Che Guevara que jamás se hubieran contado entre los leales en Valle Grande o La Higuera y que sólo darían la vida por recibir un puñado de dólares del embajador James Cason.
De cualquier manera, ya que sólo ellos son la insignia de la pureza e inocencia política, le recomiendo que para conocer más a fondo la tradicióndel ambiente en que están insertos visiten el archivo del terror y consulten el libro P34, donde consta que el 19 de enero de 1977 el mismo Pastor Coronel fue investido por los liberales como árbitro de las disputas dentro de la “oposición”, fallando a favor del grupo de Fulvio Celauro y Serviliano Alonso Peralta en perjuicio del prócer de la democracia Domingo Laíno, lo cual llevó a éste último a descubrir la dictadura de Stroessner casi un cuarto de siglo después que esta se hubiera iniciado.
El servilismo a los intereses colorados que encarnaban en Stroessner por parte de los “opositores” liberales llegaba más lejos, ya que el 13 de Octubre de 1978 el Escribano Emilio Vallejos Chenú y Tadeo Centurión Sostoa informaban al Jefe de Investigaciones que al día siguiente (el 14) los “usurpadores” del nombre y símbolos partidarios liberales (los dirigentes del naciente PLRA) organizaban un “baile de carácter político”, por lo cual solicitaban la intervención de las fuerzas represivas para desbaratarlo.
En conclusión, pedir a la derecha paraguaya dignidad opositora, es tan ingenuo como pedir a nuestros izquierdistas revolucionarios que renuncien a financiar campañas proselitistas con dólares procedentes de Washington. (LUIS AGÜERO WAGNER)
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