martes, 22 de enero de 2008
SOBRE FRAUDE ELECTORAL, ADEFESIOS POLÍTICOS Y REDENCIONES IMPOSIBLES
Paraguay:
Sobre fraude electoral, adefesios políticos y redenciones imposibles
(Luis Agüero Wagner, Asunción)
En estas últimas semanas la fauna política paraguaya anexó a sus eternamente ambiguos discursos la “decidida intención” de luchar contra el fraude electoral.
Otra más entre las “profundas convicciones” que ahora adornan a estos egregios tribunos, que han logrado el milagro de hacer sufragar difuntos en sus internas para hoy convertirse en insobornables centinelas de los procesos electorales, en los que “no volverán a permitir jamás” que la voluntad popular sea escamoteada y especialmente cuando el resultado de las votaciones les favorece a ellos. Los usurpadores del mandato del pueblo que pretendan cercenar la voz del soberano, encontrarán cual muralla los gallardos pechos de estos incorruptibles cruzados.
Veamos quiénes son estos personajes que hoy dicen defender con tanta fiereza estéril la transparencia de los comicios, buscando justificarse y descalificar con afirmaciones contradictorias que se marcan solas.
Primero, el ahijado del embajador norteamericano James Cason y de los zares de la prensa paraguaya, el ex vicepresidente Luis Castiglioni, cuyo equipo campaña está integrado por los principales responsables del atraco a la voluntad popular de 1992, cuando Juan Carlos Wasmosy -a pesar de ser derrotado por el después asesinado caudillo Luis María Argaña- fue declarado ganador de las primarias coloradas por los poderes fácticos, con patrullas de tanques de guerra blindados por el centro de la capital paraguaya incluídas.
En segundo lugar, el falso obispo izquierdista Fernando Lugo, aliado al partido de la oligarquía liberal y financiado por testaferros del imperio norteamericano, al que no inmutaron las violaciones de acuerdos firmados en la Concertación de partidos cuando una votación ilegal le favoreció en sus resultados, hoy compañero del ídolo de las ánimas de los camposantos de Guarambaré, Federico Franco. Ambos han tomado el asta de la bandera de lucha jurando que jamás ella caerá de sus manos, convirtiéndose así en los máximos abanderados de la ética y la vergüenza en la vida pública paraguaya.
Tanto es el pundonor que anima a los aliados de estos miembros de la oposición en su heroica y épica lucha contra el fraude, que no dudaron en confiar un aumento de 144.000 millones al presupuesto de la Justicia Electoral en manos de sus archienemigos, el tenebroso informante del comisario Cantero, represor manchado con la sangre de los luchadores caídos durante la dictadura de Stroessner y sus cómplices.
Luego de pellizcar a discreción prebendas para familiares, paquitas y lacayos, hoy acusan a los mismos personajes a quienes regaron con dinero público desde el Parlamento de conspirar, con su jefe del poder Ejecutivo, para consumar el robo a la voluntad popular el 20 de abril.
¿Cuáles son los gestos que nos han dado con su conducta en esta heroica cruzada contra el fraude electoral?
Para evitar un fraude en el PLRA, en un gesto incomparable de pluralismo y transparencia, se permitió a conocidos dirigentes del Partido Colorado participar de los comicios como presidentes de mesa en varios puntos del interior y votar a los difuntos. Por salir al paso de cualquier intento de fraude, Nils Candia en persona visitó en su oficina a Mochito Morales a ofrecer el respaldo moral del histórico Partido Revolucionario Febrerista a su refulgente gestión.
Fue precisamente para evitar el fraude que en Tekojoja, partido financiado por USAID, que fue marginado el 50 por ciento de los disidentes de los padrones, de tal suerte a no darles oportunidad a que perpetren un atraco de la voluntad popular. De la misma manera los disidentes en el partido del nicanorista arrepentido Carlitos Filizzola Pallarés fueron obligados a abandonar la agrupación en busca de mejores horizontes por tratarse de potenciales atracadores de la voluntad popular, que tal vez podrían apeligrar la hegemonía oficialista como buenos roedores de los mármoles de la Patria Solidaria.
Para evitar el fraude, los candidatos en pugna en el Partido Encuentro Nacional firmaron por anticipado un documento donde enumeraron los artículos de su estatuto a ser violados, y el PMas tuvo la delicadeza de eliminar al 90 por ciento de los afiliados con que obtuvo reconocimiento en la justicia Electoral, puesto que en realidad eran firmas arrebatadas al proscripto partido Patria Libre.
Fue precisamente para evitar los fraudes que pudieran traducirse en resultados adversos a las burocracias enquistadas en sus respectivas estructuras, que País Solidario, el Partido Democrático Progresista, el PMas, el PRF y tantas otras columnas de insobornables luchadores nimbados por la gloria de tantas conquistas a favor de los derechos ciudadanos de la república, decidieron marginar a disidentes y presentar listas únicas en sus comicios internos.
Intentando llegar a una conclusión sobre todo lo expuesto, lo que realmente podríamos cuestionar es si el verdadero fraude está en los resultados adversos de las votaciones o en el descarado doble discurso que caracteriza al lenguaje de los incorruptibles revolucionarios de la gloriosa oposición paraguaya.
LUIS AGÜERO WAGNER.
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