viernes, 30 de noviembre de 2007

EL DULCE NACIONALISMO DE ZUCOLILLO

SOBRE DULCE NACIONALISMO Y ANTI-IMPERIALISMO SELECTIVO
(Luis Agüero Wagner*)


“Amo demasiado a mi país para ser nacionalista”. Albert Camus

Con gran destaque la prensa informó hace unos días sobre la entrega en la embajada brasilera de la carta del ingeniero fracasado, periodista a sueldo del maccartismo y propagandista de los biocombustibles de George W. Bush, Ricardo Canese, al director brasileño de Itaipú Jorge Samek, rechazada en principio porque los remitentes estaban más preocupados por aparecer en la prensa que en averiguar con exactitud la dirección del destinatario.
Escoltados por una anémica veintena de manifestantes inducidos por el figuretismo, se presentó el elenco estable de Aldo Zucolillo para presentar las quejas de su jefe, entre ellos la beneficiaria de USAID Guillermina Kanonikoff y el entregador de Itaipú Carlitos Filizzola Pallarés, quien en diciembre del año 2005 (con la eterna coartada de la “renegociación” de Itaipú) obtuvo de Lula en Brasilia 10 millones de dólares para su entonces patrón transitorio Nicanor Duarte Frutos. Por supuesto que acompañó la comparsa el “teólogo de la liberación” Fernando Lugo, quien tal vez guarda bajo la sotana secretos de confesión como el nombre de los asesinos de José Antonio Valiente y Jorge Luis Marchi, de allí su inusitada influencia sobre la prensa “maccartista” a pesar de su “izquierdismo galopante”. También se hicieron de tiempo para la prensa el loco del volante Emilio Camacho y el enajenador de locales del PDC Jorge Rolón Pose, entre otros eternos corifeos que cobran en espacios de ABC su servilismo a las campañas del patrón.
Sin desmeritar a Brasil como imperio, considerando lo mal que la pasó el Paraguay hacia 1870 cuando aplicó la “confrontación directa” con el coloso sudamericano en una gigantomaquia digna de titanes contra olímpicos en la mitología griega, resulta contradictorio este nacionalismo y anti-imperialismo tan selectivo en ciertos zares de la prensa paraguaya. Especialmente si consideramos que la única vez que abrieron la boca para acusar al imperio norteamericano (que impuso en Paraguay la dictadura anticomunista de la que se presentan como víctimas), fue para criticar a Jimmy Carter por preocuparse del tema Derechos Humanos.
Eso por no citar los panegíricos que dedicara, antes del giro en política exterior de sus amos de Washington, a grandes filántropos como Jorge Rafael Videla o el editorial defendiendo al dictador Augusto Pinochet detenido en Londres (ABC, 8 de noviembre de 1998).
Tampoco el dulce nacionalismo condice con la prosapia de Aldo Zucolillo, hijo de don Antonio Zucolillo Abbondante, quien vendiendo “abondante” azúcar a los bolivianos en plena guerra del Chaco no pudo haberle explicado a su vástago gran cosa sobre la rentabilidad del patriotismo. Sí concuerda, en contrapartida, con el hábito del dueño de ABC de intentar borrar su pasado vergonzante con itinerarios de ida y vuelta, y mentir con insistencia goebbeliana. En este empeño, hasta fue capaz de contratar a Christian Zimmerman para predicar desde ABC la receta del mago Martínez de Hoz, de cuya efectividad estaba a punto de convencernos cuando salieron a la luz sus aventuras de Bancopar y otras financieras.
Finalmente, no me parece muy caballeroso por parte de la diplomacia norteamericana estar instrumentando a sus lacayos paraguayos para hacer llegar sus quejas al representante de Lula da Silva. En todo caso, James Cason podría ir hasta la sede brasileña y enrostrar directamente al embajador Valter Pecly su protesta por su ingerencia en lo que considera una neo-colonia del emperador al cual sirve.
Claro que en ese caso, se quedaría sin trabajo Ricardo Canese, y perderían espacio en la prensa los corifeos de las campañas del imperio norteamericano contra el MERCOSUR. LUIS AGÜERO WAGNER.




*escritor paraguayo/ ataquedigital@aventura.com.py

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